Y efectivamente, me fuí a practicar el deporte extremo en el que se convierten las compras de pánico, esas de último momento. El año pasado estaba abierto de la panza, recién operado y no compré nada de nada. Y hoy (bueno, ya ayer) fui aunque en ésta ocasión no me ha llegado a entusiasmar demasiado la época navideña, y yo creo que a mis padres igual ya que no se siente como en navidades pasadas.
Lo bueno, aunque suene como cliché, es tener a la familia unida, y ahora todos juntos embarcados en una nueva aventura: dejar atrás 30 años de nuestras vidas, alejarnos de el entorno conocido, de la cotidianidad que sentiamos cómoda, mudarnos y hacer nuestro otro espacio al que proximamente llamaremos hogar.
Y tengo una enooorme lista de cosas que me gustaria pedir como regalo de navidad (como cada año, jo) pero creo que a unas horas se resume en desear que el siguiente sea un buen año para todos los que amo y respeto, por que asi será un buen año para mi tambien.
Ahora, que si tienen tiempo de ir y comprarme una bicicleta, pues...
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