Hace una semana estaba hecho bolas contando votos, como presidente de casilla que me tocó ser en las pasadas elecciones. Me tocó comprobar de primera mano que el proceso por el cual se eligen a nuestros gobernantes es transparente y sin casi oportunidad alguna de que pueda ser trucado o cargado hacia un bando. Hay mucha gente inmiscuida y es muy dificil que se pueda hacer un fraude en las casillas.
Lo que si es que por algunas partes no habia el compromiso necesario, se veia mas como obligación (me incluyo), al menos en donde estuve arrancó tarde por que o no llegaban las personas asignadas, o era la primera vez que nos veiamos y tratabamos de ponernos de acuerdo, o tratabamos de hacer un layout efectivo y cómodo. Nada de que fué estrategia para atrasar el arranque y que los votantes se desesperaran y se fueran, simplemente nos apendejamos, eso es todo. Tambien estaban los típicos apasionados con su partido que aunque eran miembros de la mesa directiva de la casilla, supuestamente imparciales, buscaban cualquier motivo para atacar a los representantes del partido contrario (saludos, presidenta de casilla federal). Tampoco faltó la gente representante de partidos de la vieja guardia, que creen que amedrentando y amenazando a los demas se pueden hacer de su respeto, tratando de infundir miedo y sospechando de todo y todos, pasandose las reglas, grabando y gritando demandas contra todo y todos, pero que desaparecieron por arte de magia en cuanto llamamos a la policia. Y vi mucha gente que no conocia o ni sabia que eran mis vecinos, y un par de conocidas que no veia desde hace mucho y ni siquiera me ubicaban. No creo haber cambiado tanto, pero asi fué, las salude y con cara de extrañeza me contestaban solamente hola.
Por otro lado pude ver que en general somos unos desorganizados, que no observamos ni seguimos indicaciones, por mas letreros que pusieramos, o por mas que tratabamos guiar a los demas para hacer una jornada tranquila se amontonaba la gente sin ver letreros y haciendo caso omiso a las sencillas instrucciones, haciendo lo que les da la gana. Entonces si hubo algun tipo de discrepancia por parte de los que integrabamos las casillas no creo que haya sido de mala fe, simplemente estamos acostumbrados a otro tipo de presión, en la cotidianidad que cada uno vive.
Despues de las 11 de la noche que entregué los paquetes electorales pensaba nunca jamas en mi vida volverme a involucrar en éste tipo de cuestiones, pero ahora, ya con la cabeza mas fría y los ánimos calmados puedo decir que no me importaria participar de nuevo y tomarlo como revancha, teniendo como gran ventaja las experiencias de ésta ocasión.
Ya el resultado de las elecciones es otra cosa, a ver como nos va...
